Controversias del baloncesto femenino.
Existen frecuentes debates sobre las posibles soluciones para dar mayor visibilidad el baloncesto femenino, la propuesta más común: bajar las canastas.
Los artículos de opinión son mis favoritos porque, incluso cuando no comparto ciertas ideas, siempre me invitan a reflexionar. Constantemente encuentro debates sobre el baloncesto femenino: las soluciones para dar visibilidad y aumentar la audiencia, las diferencias entre femenino y masculino o incluso se discuten aspectos como la altura de las canastas, el tamaño de la cancha o la pelota, y si estas modificaciones podrían beneficiar al deporte. Y hoy quiero hablar de esto.
El debate de las canastas
Un tema recurrente es si las canastas del baloncesto femenino deberían bajarse. Este debate parece tener un claro ganador, ya que muchas personas defienden que bajar la altura de las canastas haría el juego más atractivo y aumentaría la audiencia. Sin embargo, creo que es necesario analizar este tema desde el principio.
El baloncesto femenino, como cualquier deporte femenino, se evalúa desde la perspectiva del deporte masculino. ¿Qué significa esto? Que, al ver baloncesto femenino, muchas personas esperan que se asemeje al masculino en ritmo de juego y físico, lo cual considero un error.
Este estándar deportivo masculino establece que las mujeres deben alcanzar su nivel para ser vistas como iguales y ser válidas para practicar el deporte, ignorando las diferencias contextuales, físicas y sociales.
En mi opinión, bajar las canastas no es la solución. El atractivo del baloncesto femenino no depende de los mates ni de la capacidad atlética. Por ejemplo, en la ACB, hay partidos sin mates que siguen siendo emocionantes porque se valoran la táctica y la técnica. Jugadores como Stephen Curry son un claro ejemplo: su espectáculo no radica en los mates, sino en su estilo de juego.
Del mismo modo, el impacto de jugadoras como Caitlin Clark no está en su físico, sino en su confianza y el espectáculo que ofrece. Recuerdo un partido de este año de la WNBA en el que llevaba 0/8 en triples, pero no dudó en tirar los últimos dos, que terminaron dando la victoria a su equipo, acabó con un 2/10.
Por tanto, la clave para aumentar la audiencia del baloncesto femenino no está en cambiar las reglas del deporte, va mucho mas allá. Es el momento de aprovechar el auge actual para impulsar el baloncesto femenino a nivel nacional y europeo.
Nivel social
Las personas que entrenamos y formamos parte del mundo del baloncesto sabemos que trabajar con chicas y chicos es diferente, sobre todo en formación, pero no por sus cualidades, sino por su actitud. Las jugadoras que destacan suelen hacerlo gracias a su confianza, compromiso y ambición. El talento es importante, sin duda, pero sin esas características no alcanzas ciertos objetivos. ¿Cuántas jugadoras talentosas conocemos que han abandonado su camino, no por falta de deseo, sino por carecer de confianza y ambición tanto a corto como a largo plazo? Esto no sucede únicamente porque no quieran, sino porque no pueden, para la mayoría de ellas, el deporte no ofrece una perspectiva de futuro.
Desde pequeñas, las chicas son educadas en el perfeccionismo, donde el error afecta directamente a su autoestima. En el baloncesto, este enfoque puede ser limitante y decisivo. Por eso, trabajar con jugadoras no solo implica enseñar técnica y táctica, sino también ayudarlas a confiar en sí mismas más allá de los resultados. Es poco probable que estemos entrenando a la próxima Iyana Martín o Caitlin Clark, pero tenemos la oportunidad de impactar positivamente en su vida y en su relación con el deporte.
Siempre les digo a mis jugadoras que no importa si algo les sale bien o mal, pero que lo intenten, con convicción. Las dudas son lo que más perjudica, por experiencia. Hacer algo mal sin miedo puede incluso generar buenos resultados.
Apoyo al baloncesto femenino
La diferencia en el apoyo mediático y económico entre el baloncesto masculino y femenino es evidente, incluso a nivel nacional. Si miramos a nivel internacional, la disparidad es aún mayor. Sin embargo, en los últimos años, hemos visto un crecimiento significativo en el consumo del baloncesto femenino, especialmente en Estados Unidos, gracias a jugadoras como Caitlin Clark.
Algunos datos interesantes sobre la WNBA este año:
Asistencia récord: Más de 2.3 millones de espectadores, un aumento del 48% respecto a la temporada anterior.
Compromiso en redes sociales: 2 mil millones de visualizaciones, cuadruplicando los números del año pasado.
Crecimiento del WNBA League Pass: Incremento del 366% en suscripciones.
Este éxito no es casual. La WNBA ha sabido aprovechar la llegada de esta clase de jugadoras mediante estrategias de marketing digital y redes sociales.
En España, este modelo todavía está lejos de ser replicado, pero hay muchas acciones que podrían ayudar a impulsar el baloncesto femenino, como:
Asegurar que los partidos no coincidan con otros eventos relevantes.
Facilitar la visualización de encuentros en plataformas de calidad.
Promocionar el baloncesto femenino en redes sociales.
Mejorar las páginas web y el merchandising de los equipos de la Liga Femenina Endesa.
Conclusión
A estas alturas, la solución para aumentar la visibilidad del baloncesto femenino no depende de cambios en la cancha, la pelota o la canasta. Va más allá. Por un lado, implica formar jugadoras resilientes, seguras de sí mismas y con capacidad de liderazgo, ambiciosas y con pasión por el baloncesto. Por otro, requiere un compromiso real de clubes y federaciones: televisar los partidos, mejorar las instalaciones, proveer material adecuado, construir una presencia sólida en redes sociales para conectar con los aficionados, facilitar el acceso a noticias y asegurar que el baloncesto femenino tenga espacio en los medios de comunicación.
Después las medallas de se las cuelga todo el mundo.
Hasta pronto.
A la hora de hablar de baloncesto femenino a mí siempre me surge una pregunta que no he oído hablar a mucha gente.
¿Por qué cuando llegan a determinada edad (suele ser en Junior) hay una "fuga" de jugadoras que dejan el baloncesto?
He podido observar una tendencia en este sentido. No sé si puede ser parte por falta de referentes para verse reflejadas, por malos entrenadores que no saben gestionar emocionalmente equipos así... Pienso que la mentalidad está cambiando y cada vez la propia inercia de mejora del baloncesto femenino hará que aumenten las personas que consumen baloncesto femenino.